miércoles, 18 de mayo de 2011

Detectaron componentes en los alimentos que no están declarados en las etiquetas

Se encontraron salsas de tomate y dulces de frutas estirados con vegetales de menor costo y se analizaron productos transgénicos.  

Existen alimentos en el mercado uruguayo que no declaran todos sus componentes en las etiquetas. El doctor en ciencias biológicas Claudio Martínez del Laboratorio de trazabilidad molecular alimentaria (LaTraMa) encontró salsas de tomate que son rebajadas con vegetales de menor costo, panchos hechos con pollo y habló de la enorme cantidad de productos transgénicos que consumimos.
En el laboratorio LaTraMa analizan los alimentos en cuanto al ADN remanente. A partir de ahí determinan qué especies ya sea animales, vegetales o variedades, en el caso de los transgénicos, existe en ellos. Martínez dijo: “Podemos detectar la presencia de un componente que no está declarado en la etiqueta, por ejemplo, queso de cabra para ver si tiene contaminación con leche de vaca. Mucha gente lo consume porque tiene intolerancia a la lactosa. Ahí podríamos estar ante la presencia de un posible problema sanitario.” La contaminación podría darse por fraude o   adulteración pero Martínez explicó que no están en condiciones de establecer qué es lo que sucedió en cada caso. “Lo que estamos determinando es si la contaminación está o no. Tratamos de ver si lo que dice la etiqueta se cumple. Muchas veces no lo hace, otras sí. En ese sentido colaboramos con el Laboratorio de Bromatología de la Intendencia Municipal de Montevideo, de manera de dotarlo de herramientas analíticas para que cumpla mejor su función.”
“Lo que sí podemos decir es que las marcas más importantes producen alimentos de mejor calidad que las menos importantes. Eso es así, sin duda. Sin embargo se puede decir que en general, los panchos tienen pollo y eso no está dicho en la etiqueta. Son así por su manufactura. De ahí no se salva nadie. Después trabajamos con dulces de frutas y detectamos que se le agregan frutas de menor valor,” dijo Martínez. No pudo brindar más detalles debido a que está por publicar sus investigaciones para que el trabajo quede validado a nivel académico. Pero sí afirmó que las salsas de tomate que tienen menor costo están estiradas con algún vegetal de menor valor y dijo: “Las marcas más caras, que todos sabemos cuáles son, no tienen agregados. De todas formas es preferible eso antes que pase como en Méjico, que se estira con plástico.”
Otro de los análisis que llevan a cabo es el de detectar los transgénicos en los alimentos. Martínez dijo: “Nos hemos centrado en los derivados del maíz pero también hemos analizado alimentos derivados de la soja. Porque son los dos tipos de transgénicos que están aprobados en el Uruguay. No hay otros transgénicos.” De todas formas hay componentes transgénicos en la mayoría de los productos que comemos diariamente. Martínez explicó: “El chocolate, por ejemplo, lleva lecitina de soja. Es probable que esta se haga con soja transgénica. Por lo tanto es probable que ese chocolate tenga un componente transgénico. La lecitina de soja se utiliza en un montón de alimentos, hasta en las galletitas, porque es un estabilizante. El tema es que la mayoría de la soja que se planta a nivel mundial utiliza el modelo transgénico. Una enorme cantidad de alimentos que consumimos y que contienen algún componente de soja y/o de maíz, provienen de transgénicos.”
Martínez dio su opinión acerca de la manipulación genética: “Yo no creo que tenga un gran impacto en la salud a corto plazo. Realmente no lo creo. A largo plazo es una incógnita. No está demostrado pero es una posibilidad.” De todas formas dijo que para él el gran problema es “la contaminación de los cultivos orgánicos por los transgénicos y los agro tóxicos que se utilizan.” Martínez dijo que si bien en la teoría y en el modelo en los libros dice que se usarían menos agro tóxicos con el modelo transgénico, en la práctica estos se utilizan más: “Porque la superficie plantada aumenta muchísimo además de que hay un mal uso de los agro tóxicos. Tenemos datos fidedignos, transmitidos por colegas de la Universidad que en el caso concreto de la soja y el glifosato, se utilizan diez veces más de lo que se tendrían que utilizar.”
Para explicar su preocupación acerca de los agro tóxicos que se están utilizando en Uruguay, Martínez habló del modelo de cultivo en Argentina, que es el mismo que acá, solo que ellos lo empezaron hace 15 años. “En la zona de masiva aplicación de agro tóxicos como la Mesopotamia o el Chaco, han aumentado por tres los números de cáncer en los últimos diez años. Estamos hablando de cáncer que afecta a veces en la gente joven. Se han multiplicado por cuatro las malformaciones congénitas que aparecen en los recién nacidos. Aumentaron también muchísimo los abortos espontáneos. Eso alertó a las autoridades sanitarias y llevó a que investigaran las causas. Estas fueron correlacionadas claramente desde el punto de vista epidemiológico, bioquímico y molecular con las dosis masivas de agro tóxicos. Es un tema que me tiene muy preocupado. Puede haber afectaciones a nivel de la salud pero que no van a ser perjuicios a corto plazo.”

1 comentario:

  1. Si seguimos asi, tendremos que plantar cada uno de los uruguayos y volver al tiempo de antes por que si que traera consecuencias, no te extrane que aparezcan muchos tumores y cancer en pacientes, que si llevaran una alimentacion sana y como dios manda no pasaria nada de esto y todo para enriquecer a companias extranjeras averigua mas de esto es muy importante ya que nadie hace nada por cambiar, en un futuro con 50 vamos a estar fritos. y decime por que no plantas en tu casa?, perde unas horas y salva muchos anos de vida

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